Comer en Valencia en los mejores Restaurantes

Si hablamos de cocina creativa, tenemos que nombrar el restaurante SAMSHA de la ciudad de Valencia. Un lugar diferente en el que disfrutar de la creatividad de su cocinero y la atención de sus camareros.

Situado en la zona de Aragón, Samsha quiere transportarnos a una nueva propuesta culinaria en la que poder disfrutar de nuevos sabores, olores y texturas en un ambiente totalmente vanguardista.

Si estáis cansados de lo tradicional y queréis deleitaros con platos modernos, Samsha es vuestro restaurante.

Dejaros llevar por la imaginación porque aquí cualquier plato os puede sorprender…queréis verlo?¿…viajar conmigo al restaurante que montaría Alicia en el País de las Maravillas jeje.

Otro día mas dispuestos a degustar un restaurante de la extensa lista de Cuina Oberta de Valencia. Nos habían hablado muy bien de Samsha y teníamos que ir a probarlo.

Tras pasar de largo su entrada creyendo que era un bar de copas, retrocedimos, nos miramos y dijimos…es aquí.

Una decoración moderna y minimalista, con luz tenue donde llama la atención un fondo naranja, en el cual parece que va ha actuar el dj de moda, fue suficiente para pensar que lo que nos esperaba seria realmente sorprendente.

Sentados y cómodos, hay que resaltar el mobiliario de calidad, pues sus sillas son comodísimas, nos dispusimos hacer unas fotos. Aquí tenéis el resultado de la sesión fotográfica…soooonríe al menos jajaja.

Enseguida vendría Anna a tomarnos nota, lo teníamos claro, pues estábamos probando los menús de cuina oberta, de los que mas tarde hablaríamos con ella que no eran muy acertados, pues hay restaurantes que utilizan productos de muy alta calidad y no pueden amoldarse a los precios de estos menús y te ofrecen menos calidad y servicio del que acostumbran en su día a día.

Mientras esperábamos nos sirvieron unos aperitivos muy originales que por nosotros mismos no sabríamos que eran, pero el camarero estaba allí para explicárnoslos perfectamente…todo un detalle.

Ahora puedo explicaros en que se basaban…vamos a ver…lo del vasito era un Martini a su estilo, muy rico por cierto, todo el sabor de esta bebida bien fresquita con un toque de aceituna, las chocolatinas eran de tomate y queso, y por ultimo unas lagrimas con crema de boletus. La verdad que estos pequeños entrantes, cortesía de la casa, me sorprendieron muchísimo en sabor.

Llegarían nuestros primeros, el arroz rojo de carabinero con sus patatitas crujientes, caviar de lima y velo de sepia olía de maravilla, me preguntaba si sabría igual?¿….para mi decepción NO.

Fue un plato que me sorprendió muchísimo escénicamente, aquel gusanillo sobre una montaña de arroz ( mi imaginación jeje) me decía cómeme cómeme….y así lo hice, pero su sabor me decepciono bastante y si ha ello le añadimos que el arroz estaba un poquito pasado…uuuuf!!, bueno por lo menos me deleite con la vista…una obra de arte culinario.

Para acompañar tan animada comida decidimos pedir un vino blanco que en relación calidad precio esta muy bien, Palacio de Bornos. Aquí lo tenéis perfectamente servido en su cubitera con hielo, se nota la profesionalidad del equipo Samsha.

Mi primero, Carbón de aceituna Kalamata, gotitas de tomate, queso de cabra y helado de dátiles con una base de berenjena, mirar la foto….es impresionante!!…me dejo boquiabierta, solo imaginar este gran cocinero montando tan espectacular plato, merece un aplauso.

No sabía a ninguno de sus ingredientes exactamente, era una combinación extraña para mí, pero el toque cremoso del queso de cabra y el helado de datil me cautivo. Me gusto hacer trabajar a mi paladar experimentando sabores nuevos…os lo aconsejo.

Una de las muchas originalidades de este restaurante de Valencia, es que cada uno de sus platos lleva su panecillo, por ejemplo, el carbón de aceituna era acompañado de unas rosquilletas de semillas y dátiles.

Tras terminar los primeros, queríamos seguir fantaseando con los platos que nos ofrecía SAMSHA….todo un espectáculo.

El solomillo de buey aromatizado con vainilla, salsa de foie esférica, caviar de shitakes y esponjas de frambuesa era situado sobre la mesa. Oooh!!…fantástica presentación, como sus anteriores platos no tenia desperdicio ninguno a la vista.

Impacientes por probarlo, troceamos la carne, la cual pudimos comprobar que estaba tierna, su textura era muy buena, peeero, lastima, le faltaba sabor, quizás por la forma de cocinarla. Decidimos acompañarla con el resto de los ingredientes que formaban el plato. Como curiosa que soy, quería descubrir que escondía aquella bolita anacarada…en su interior pudimos saborear un foie cremoso que hizo la delicia del plato. Un plato curioso por su diversidad de sabores.

Había que probar el pescado, la corvina esta de moda y esta vez era acompañada de rocas de calabaza, Teriyaki de piña y burbujas de orégano. Quizás el menos sorprendente de los platos, pero que me dejo realmente satisfecha con su sabor. El pescado estaba jugoso y la combinación con el Teriyaki de piña era muy acertada…fabuloso!!

Seguimos con el espectáculo culinario, llegarían los postres y por sus descripciones en la carta nos dejarían sin palabras.

Embobada ante semejante planto, el flash de la cámara no paraba, me daba lastima comerlo. Tenía ante mí un verdadero Jardín dulce donde el color, el olor y el sabor se mezclaban en total armonía.
Una bola de helado de violetas, unas alas de merengue de rosas, todo ello situado sobre una crema de jazmín y unas gotitas de lilas, un postre peculiar con mucho sabor y aroma.

El Lingote de oro y Baileys, tan nombrado por muchos clientes asiduos a este restaurante de Valencia fue todo un éxito, una combinación fantástica acompañada de Brownie de chocolate con café, helado de sésamo caramelizado y arena de coco. Una mezcla de sabores acertada que te deja con ganas de mas….repetimos?¿

Ummmm!! que ricos estaban los postres, pero querían seguir sorprendiéndonos y para ello colocaron sobre nuestra mesa unas delicatessen dulces. Un mojito fabuloso, unas chocolatinas y una crema de tiramisú.

Después de tan agradable comida, un te para la sobremesa…sorpresa para mi tenían carta de infusiones, todo un detalle, siempre me gusta probar cosillas nuevas.

Pedí un te negro con toques de naranja que me trajeron debidamente presentado en su tetera y acompañado con variedad de azucares…rico rico!!

Tras pedir la cuenta Tomy quiso visitar el baño, limpio, moderno y como el lugar en si, con toques de originalidad, sino, mirar…..

Una cuenta correcta según los menús de Cuina Oberta, en los que no se incluía bebida. También he de decir que la creatividad de este cocinero no tiene precio y aunque fuera de esta semana gastronómica valenciana sus precios sean un poquito mas elevados, merece la pena.

Como bien dijo nuestro amigo Juan, el tipo de comida de SAMSHA es singular y puede gustar o no. Pero lo que si que tenemos claro, es que, su cocinero trabaja a diario para sorprendernos y que degustemos sabores nuevos.

Un lugar donde sin duda volveremos para seguir disfrutando de su cocina creativa. Si buscas algo diferente…..atrévete!!